Caputo reconoció que no tiene los dólares para pagar
Caputo reconoció que no tiene los dólares para pagar los vencimientos y dijo que podía usar el swap con China. Relativizó la necesidad de acumular reservas y dijo que puede pagar apelando al swap chino, Estados Unidos o el préstamo del JP Morgan. Por Luciana Glezer. Luis Caputo fue al encuentro anual de FIEL con una misión: calmar al mercado. Pero, terminó dejando una confesión que muchos hubieran preferido no escuchar. Enumeró un abanico de supuestas alternativas para pagar los más de USD 20 mil millones de deuda que enfrentará el año que viene, pero en la explicación confirmó que no tiene los dólares ni la vía de financiamiento cerrada. Fue muy crudo al relativizar la necesidad de acumular reservas:"es necesario, pero ahora no" afirmó y como toda explicación dijo que "el escenario ha cambiado". Dijo que ahora se puede "separar lo financiero de lo monetario" y abrió "un menú de alternativas" para pagar los vencimientos, entre los que mencionó el swap chino, el respaldo norteamericano y gestiones con bancos globales.
Pero no anunció ninguna operación concreta. Por eso vale analizar, una
por una, las líneas de financiamiento que Caputo puso sobre la mesa.
Porque ahí aparece la trama real: la Argentina enfrenta una pared de
vencimientos sin reservas y con canales externos que aún no están
habilitados. El swap con Estados Unidos esta cubierto por un manto de
opacidad total, se desconoce los tiempos y condiciones de
instrumentación. La única voz que admitió una operación concreta fue la
de Scott Bessent. En una entrevista con NBC afirmó que el Gobierno
argentino ya usó "una pequeña parte" del swap del Tesoro norteamericano,
operación que hasta ahora el Palacio de Hacienda y el Banco Central
siguen sin informar. El escenario ha cambiado y hemos logrado separar
lo financiero de lo monetario, ya no tenemos que comprar reservas para
pagar el cupón de enero, eso lo vamos a resolver financieramente.
Bessent dijo que Estados Unidos "obtuvo ganancias" por ese uso, lo que
obliga a preguntarse que hizo el gobierno de Milei para que esto ocurra.
Se habla de la entrega de bonos, pero la operación hasta ahora
permanece en la clandestinidad.En definitiva se trataría de una deuda
para el BCRA que no figura en ningún documento público. La operación
cruza el límite de lo legal: no se conocen montos, plazos ni tasas y, si
es nueva deuda pública, debería pasar por el Congreso. Por ahora, es un
swap fantasma. Respecto al crédito de los bancos, la puerta está
lejos. Como contó LPO, el CEO global de JP Morgan, Jamie Dimon, enfrió
la posibilidad. "Quiza no sea necesario otorgar un préstamo a la
Argentina", dijo días atrás. Pero el mercado algunos no pierde el
optimismo. "Va a salir, es por ahí. No queda otra. Bessent viene
especialmente a la Argentina a destrabar esto", afirmó un operador
financiero de buen diálogo con el equipo económico. Pero no todos
comparten ese optimismo. Otro importante operador financiero afirmó a
LPO: "Caputo mostró las llaves de todas las puertas. El problema es que
ninguna abre", afirmó. En tercer lugar, apareció como posibilidad
utilizar el swap con China y el mercado tembló. Caputo mencionó el swap
chino como si fuera un botón al alcance de la mano, pero nadie
desconoce que no lo es. Para ampliarlo o activarlo se necesita
autorización directa del gobierno de Xi Jinping. Y la relación bilateral
pasa por su peor momento en años. Hay dos gestos que lo muestran con
claridad: La suspensión del viaje de Karina Milei a Beijing, que se
había acordado precisamente cuando China renovó el swap; y la
paralización de las represas de Santa Cruz, el proyecto mas importante
que tiene China fuera de su territorio. Guillermo Francos venía siendo
el articulador del vínculo, pero el proyecto quedó congelado con la
renuncia del jefe de Gabinete. Para Beijing, estos movimientos son
señales del deterioro del vínculo político, por el alineamiento de Milei
con Trump.
El verdadero problema son los números que hablan por si
solos: USD 1.500 millones vencen antes de diciembre. Más de USD 20.000
millones a lo largo del año de los cuales USD 4.500 millones solo en
enero, más el stock en Bopreal. Sobre esto se monta el acuerdo con el
FMI exige acumular USD 9.000 millones de reservas antes de fin de año.
Mientras
tanto, las reservas netas contabilizan un negativo de USD 11.000
millones, el mismo nivel que dejó Massa. Aun en el mejor escenario, el
superávit comercial de 2026 difícilmente supere los USD 9.000 millones.








