En La Cámpora mastican bronca
La Cámpora se rompe en La Plata y la pata territorial se va con Alak. Pablo Elías había sido el primer concejal en 2023, elegido por el kirchnerismo para condicionar al intendente. El quiebre sacude a la agrupación de Máximo Kirchner. Marcelo Galland y Julio Alak. La agrupación de Máximo Kirchner atravesó en las últimas horas una durísima ruptura en La Plata y perdió todo el armado territorial que se fue con Julio Alak. El intendente cerró un acuerdo con Pablo Elías, un referente de La Cámpora que había sido designado justamente para condicionar al jefe municipal. En el cierre de listas de 2013, La Cámpora logró imponer a Elías en el primer lugar de la lista de concejales, pese a las quejas de Alak. Es que el primer concejal es un tema sensible para los intendentes toda vez que es quien lo sucede en caso de licencia.
La maniobra buscó tener a tiro a Alak durante todo su mandato. Sin
embargo, en dos años, las diferencias entre la conducción de La Cámpora y
Elías se fueron profundizando, al tiempo que Alak le daba cada vez más
espacio para moverse en la estructura del municipio. El acuerdo se
terminó cerrando en las últimas horas. Elías armará una agrupación que
llevará el nombre FUP-Germán Abdala y reportará directamente a Alak. La
ruptura en La Plata supone una crisis gravísima para La Cámpora. En
particular en la estructura de poder que conduce el jefe político de la
agrupación, Martín Alaniz, un amigo de la infancia de Máximo en Santa
Cruz. Alaniz es el administrador de recursos y enlace con Máximo. El
diputado provincial Ariel Archanco funciona como la pata política
(Archanco es además presidente del PJ local). En tanto, Elías era la
pata territorial de La Cámpora. Por fuera de ese esquema articula la
ministra de Cultura, Florencia Saintout. El quiebre impacta sobre una
variable transversal para el peronismo: el poder territorial. Es que más
allá de los espacios históricos, en el peronismo de La Plata la base
territorial más reciente es la que construyó el ex intendente Pablo
Bruera, quien perdió el municipio en 2015. Desde entonces esa militancia
fue cooptada en un 80% por Elías, con recursos que le proporcionaba
Alaniz. Elías fue quien puso el cuerpo para ir armando esa estructura
territorial que ahora tiene un peso importante dentro del peronismo de
la ciudad capital. Su salida de La Cámpora no es en soledad sino
acompañado por docenas de referentes de segundas líneas, en su mayoría
nombres poco conocidos pero con un fino entendimiento de los resortes
del poder en los barrios de un distrito que ocupa el segundo lugar en
cantidad de población detrás de La Matanza. Alaniz juró la semana pasada
como secretario de Desarrollo Institucional de la Cámara de Diputados,
un espacio que absorbió parte de las atribuciones más complicadas que
tenía la secretaría Administrativa, el área que quedó en el centro de
las miradas con el Caso Chocolate.
En La Cámpora mastican bronca.
Este jueves juraron los nuevos concejales y las tensiones se sintieron
en los pasillos del Concejo Deliberante. El kirchnerismo sostiene que
Alak llegó al poder con el esfuerzo de todos los sectores del peronismo y
ahora termina forzando una ruptura. En líneas generales, son los mismos
argumentos que sirven para cuestionar a Axel Kicillof. También ven a la
figura de Andrés Larroque detrás de la ruptura. Entienden que desde el
ministerio de Desarrollo de la Comunidad el Cuervo puede garantizar una
estructura de recursos en contratos y alimentos que le permite a Elías
sostener su estructura territorial por fuera de La Cámpora.








